Elaborado por Mauro Rodríguez, investigador del Centro de Evolución Digital de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
En los últimos años, hemos sido testigos de una transformación digital que está redefiniendo el mundo tal como lo conocemos. En el corazón de esta revolución se encuentra la Inteligencia Artificial Generativa (IA Generativa), una tecnología que no sólo está cambiando la forma en que interactuamos con la información, sino que también está reformulando la manera en que aprendemos y trabajamos. Desde las aulas universitarias hasta las oficinas más modernas.
En el ámbito académico, la IA Generativa está revolucionando el proceso de enseñanza y aprendizaje. Herramientas avanzadas permiten ahora la creación automática de contenido educativo, la generación de simulaciones complejas y la personalización de la experiencia de aprendizaje para cada estudiante.
Los tutores virtuales, impulsados por IA, ya no son una fantasía, sino una realidad que brinda apoyo adicional a los estudiantes fuera del horario de clases. Esta tecnología promete cerrar las brechas en el acceso a la educación de calidad, pero también plantea importantes desafíos éticos, como el riesgo de plagio y la pérdida de autoría en trabajos académicos.
“La IA puede emular capacidades cognitivas humanas como el aprendizaje, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la creatividad”. A finales de julio de 2024, 180 profesoras y profesores del Tecnológico de Monterrey asistimos al IA Summit: Faculty Transforming Education, un esfuerzo institucional para explorar el impacto de la IA, su importancia, y generar propuestas de valor para los estudiantes.
En el ámbito laboral, la IA Generativa está redefiniendo el concepto de productividad. Herramientas que automatizan tareas rutinarias y generan contenido creativo a gran escala están cambiando la dinámica en las oficinas. El análisis rápido de datos, el acceso a bases de datos abiertas y la generación automática de presentaciones, informes y documentos son ahora una realidad concreta.
Estas herramientas impulsadas por IA están transformando la eficiencia y productividad en diversas áreas, facilitando la toma de decisiones y optimizando el flujo de trabajo en las organizaciones, lo que permite a los empleados centrarse en tareas más estratégicas. Sin embargo, esta automatización también plantea interrogantes sobre el futuro de ciertos roles laborales y la necesidad de adaptar las habilidades de la fuerza laboral.
En medio de este revuelo alrededor de la IA Generativa, un nuevo estudio de investigadores del MIT arroja luz sobre el impacto de esta tecnología en el ámbito laboral.
El estudio revela que la IA aumenta la productividad de los trabajadores en tareas como la redacción de cartas de presentación, correos electrónicos delicados y análisis de costos y beneficios. El acceso al asistente ChatGPT redujo en un 40 por ciento el tiempo necesario para completar las tareas, y la calidad de la producción, medida por evaluadores independientes, aumentó en un 18 por ciento.
“La productividad es un tema central para los economistas, al pensar en los nuevos desarrollos tecnológicos”, explica Shakked Noy. “La visión clásica en economía es que lo más importante que hace el avance tecnológico es elevar la productividad, en el sentido de permitirnos producir más eficientemente.”
ChatGPT mejora la productividad de diversas maneras, particularmente en el ámbito laboral y educativo, al proporcionar asistencia eficiente en tareas que requieren generación de texto, análisis de datos y más.
Los investigadores esperan que el estudio, publicado en la revista Science, ayude a entender el impacto que herramientas de IA como ChatGPT pueden tener en la fuerza laboral.
Si bien la IA Generativa ofrece numerosos beneficios, es fundamental que las empresas consideren la seguridad de los datos y la privacidad al implementar estas soluciones. Establecer políticas claras y salvaguardias adecuadas ayudará a mitigar riesgos potenciales y garantizar una implementación efectiva y segura.
A medida que miramos hacia el futuro, es evidente que la IA Generativa continuará teniendo un impacto profundo en la educación y el trabajo. La capacidad de estas tecnologías para aprender y mejorar de manera autónoma abre la puerta a innovaciones que aún no podemos imaginar.
Sin embargo, con estas oportunidades también vienen responsabilidades. Será crucial que universidades, empresas y gobiernos trabajen juntos para asegurar que la implementación de la IA sea ética, inclusiva y beneficiosa para todos.
En nuestra opinión, la IA no reemplazará a los seres humanos; más bien, aquellos que sepan aprovecharla y utilizarla estratégicamente obtendrán una ventaja competitiva, tanto en el aula como en el ámbito laboral.
La clave radica en cómo integramos la IA para potenciar nuestras capacidades y habilidades. La pregunta no es si la IA Generativa cambiará nuestro futuro, sino cómo nos prepararemos para ese cambio.
Publicado originalmente en El Financiero.